El litoral malagueño, bañado por el Mar Mediterráneo, es una de las zonas españolas más atractivas a las que acudir durante el año. Miles de personas de todas las nacionalidades acuden a la Costa del Sol para pasar unos días y conocer cada uno de los rincones de la misma. Tal es la sensación de bienestar que produce el entorno, que un buen número de turistas extranjeros escogen la costa malagueña para establecer su residencia una vez se han jubilado. Por todo ello, la provincia de Málaga se ha convertido en el destino desde hace mucho tiempo de migraciones internacionales.

Vivir en la Costa del Sol es idóneo para todo aquel que busca un clima suave con más de 325 días de sol al año, buenas comunicaciones, buenas infraestructuras, campos de golf y más de 150 kilómetros de playa.

A lo largo de la costa, de este a oeste, podemos encontrarnos con enclaves únicos como los acantilados de Maro; el municipio de Nerja, donde se encuentra el Balcón de Europa y el yacimiento de las Cuevas; Torrox y su Villa Romana; Vélez Málaga y el núcleo costero de Torre del Mar; Rincón de la Victoria, uno de los pueblos con mayor renta per cápita de la provincia; la riqueza cultural y de ocio de la capital; la amplia oferta turística y la popularidad de Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Marbella, Estepona y Manilva, así como la localidad de Casares, lugar de nacimiento de Blas Infante.

El paraíso costasoleño abarca una infinidad de opciones: el bullicio de las playas occidentales, la tranquilidad y el sosiego de las playas vírgenes de la zona este, la riqueza paisajística de los distintos pueblos que se asientan entre la sierra y el litoral o la variedad gastronómica donde destacan los productos del mar. El espeto de sardinas –ensartadas en cañas y asadas con leña en la arena de playa– es el plato estrella en cualquier chiringuito que se precie.

En la Costa del Sol occidental se concentra gran parte de la oferta total de alojamientos de la Comunidad andaluza, reuniendo un buen número de servicios, como puntos de atraque para embarcaciones deportivas, que quedan distribuidas en trece puertos y clubs náuticos, campos de golf a lo largo de la costa, instalaciones para la práctica de cualquier tipo de deporte, casinos y multitud de ofertas enfocadas en la cultura y el ocio. Por otro lado, podemos sumergirnos en un sinfín de aventuras con una gran cantidad de parques temáticos y de ocio para que los más pequeños disfruten y vivan a lo grande en los mejores rincones del sur de Europa.

La buena temperatura en todas las estaciones del año no es el único signo de calidez que podremos encontrarnos. Uno de los rasgos que identifican al malagueño no es otro que su hospitalidad. El buen trato a sus visitantes y nuevos vecinos es esencial para alcanzar el grado óptimo de bienestar y calidad de vida allá donde uno resida.

¿Quieres vivir en un lugar donde encuentres la satisfacción plena en todos los ámbitos? Málaga es tu sitio.

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